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Hermes-Mercurio

Hermes es el dios de toda palabra : la palabra, vehículo de los intercambios, expresión de la galantería y de los transportes amorosos y mensaje de conocimiento, pero también la palabra mentirosa que disfraza la verdad, enreda a los amantes y desacredita los repartos. Es el intermediario que va de los hombres al Olimpo y del Olimpo al Hades.

Dios del comercio, es el único que ha alcanzado la inmortalidad tras un contrato. Dios inventor y mago, desde que salió de su cuna inventa la lira hecha con una caparazón de tortuga ; con ella canta las más dulces odas a los dioses y a los hombres. Posteriormente regala la lira a Apolo.

La lira es la laringe espiritualizada guiada por la Consciencia de Apolo, produciendo el lenguaje, haciendo nuestra vida armoniosa y la salud perfecta.

La flauta, también una de sus invenciones, se la cambia a Apolo por el caduceo y lecciones de adivinación. La flauta, es la espina dorsal y sus siete forámenes, los centros de energía o chakras.

Mercurio era un dios alado en su sombrero y en sus sandalias. Las alas de las sandalias se refieren al poder de la Imaginación creadora que puede guiar los pasos del ser humano por el sendero del perfeccionamiento. Las alas del sombrero, representan la Inteligencia dirigida por la Sensibilidad.

Imaginación y Sensibilidad guían la Inteligencia; impregnan la Luz Astral con nuestros pensamientos y dirigen el lenguaje para el bien, guiándonos por el sendero del progreso.

En toda actividad interna encontramos una dualidad : un aspecto mundano y otro divino, que se sintetizan en el llamado caduceo de Mercurio. El caduceo, era una vara de oro con dos serpientes entrelazadas que Hermes usaba a su antojo ; con él devolvía la salud a los enfermos, daba la felicidad y todo lo que tocaba lo convertía en oro, si él así lo quería.

El caduceo es el bastón de los patriarcas de la Biblia o Meru-danda de los sabios orientales. Es la energía de la Vida actuando a lo largo de la espina dorsal

La laringe, centro del lenguaje, corresponde mitológicamente al dios griego Hermes, dios de los médicos, de los comerciantes, los ladrones y los charlatanes, pero también el dios de los mensajeros de la luz, los divinos instructores de la humanidad.

Somos los hijos de nuestro destino, de nuestras acciones, de nuestros pensamientos y especialmente de nuestras palabras. Pensamos de una manera inconsciente que "a las palabras se las lleva el viento", pero no es cierto. A través del lenguaje utilizado en forma perversa, hacemos un daño incalculable tanto a los demás como a nosotros mismos.

La enfermedad y el sufrimiento son el resultado de nuestros "pecados", es decir de nuestros errores. Cuando nuestras palabras han perdido la armonía, la belleza y la espiritualidad, podemos estar seguros que en ese momento hemos generado un grave problema para nosotros, que se ha de manifestar inexorablemente como tristeza, enfermedades y dolor ; es la ley de causa y efecto o ley del karma, llamada por los griegos la diosa Némesis, diosa de la retribución eterna, que todo lo va archivando en la Luz Astral Universal para que la secuencia correspondiente sea nuestra amiga y maestra a través del tiempo.

El lenguaje es hijo de un largo proceso evolutivo. En un futuro el ser humano hablará la palabra creadora, su lenguaje será perfecto y espiritual, y mantendrá el ritmo eterno de las cosas y con el podrá crear, manteniendo el ritmo y armonía de la vida.

Tenemos que comprender la santidad y espiritualidad del lenguaje, cultivándolo en el tiempo, porque si no es veraz, armonioso y espiritual, nuestro cuerpo se enfermará, porque el lenguaje tiene tanto el poder de sanar como el de matar.

El lenguaje espiritual llega al alma y da felicidad a quienes nos rodean; pero cuando es utilizado de una manera negativa, le quita la armonía a los demás, es decir, les quita la felicidad.

Los antiguos nos legaron grandes conocimientos en forma de símbolos, mitos y alegorías; por eso el conocimiento es sagrado, es patrimonio de la humanidad, su divina herencia. No puede ser comercializado, debe entregarse a los merecedores del mismo y esperar a que los demás maduren para recibirlo, pero jamás debe prostituirse entregándolo por dinero.

Huiracocha

Antes de que hables, pregúntate.

Lo que voy a decir, ¿es útil?, ¿es bueno?, ¿es verdadero?, ¿es armonioso?

Cuando no puedas contestar afirmativamente a estas preguntas, desciende al fondo mismo de tu conciencia.

Parla, estudia, ve, observa, medita y pon una nota, una larga nota de silencio, al agrio diapasón de tus propias sugerencias...

Si lo que vas a decir no tiene un ritmo perenne de armonía, súmete bajo tu capa y destruye en silencio tu propio acorde disonante.

Fíjate que todo en la Naturaleza es ritmo...

Que todo es armonía...

Cada palabra que salga de tus labios como filo tajante que impulse tu pasión, quiebra esas Leyes... Y el Alma muda, silenciosa, de las cosas mismas, se resiente y quebranta en su rítmico concierto...

Con la piedra que arrojes, turba el arroyo su augusta placidez.

El pájaro se espanta...

El nido tiembla en la floresta...

La brisa se rasga...

El lobo aúlla y lanza un gemido de angustia.

¡El hombre se conmueve!...

No turbes, no, el ritmo santo de la Obra de Dios.

Cada rosa que cortes del rosal, es una vida que siegas, es un perfume que matas.

Cada flor que tronches en mitad de su esplendor, te ofrecerá otras tantas espinas para punzar tu carne reflexivamente...

Esta será tu remuneración...

Parla, estudia, ve, observa, medita...

Si lo que vas a decir no es útil, no es bueno, no es verdadero, no es armonioso, acalla tus propias sugerencias..

Pon una nota de silencio en tu agrio diapasón.

Mucho se está hablando en la actualidad acerca de la llamada Nueva Era. Unos piensan que es una religión, otros que es un movimiento de índole espiritual o que es una manera de engañar al prójimo o que es brujería o magia negra o hechicería, etc. Cada cual piensa lo que quiere, porque en eso estriba la libertad del ser humano y cada persona exterioriza lo que quiere, porque para eso es el libre albedrío. Pero debemos conocer la explicación.

Se ha dado en llamar Nueva Era, a conocimientos de astrología, alquimia, esoterismo, metafísica, Tarot, kábalah, esencias florales, medicinas alternativas y temas por el estilo. Aquellos que piensan que esto es muy nuevo y "que es lo último", están muy equivocados, porque es un conocimiento muy antiguo; ha existido durante toda la historia de la humanidad.

La Nueva Era se refiere ante todo al inicio de esta Edad o Era llamada Acuaria. ¿Qué significa eso? El Sol, tiene un movimiento alrededor del Zodíaco que dura veintiséis mil ochocientos años aproximadamente y en ese movimiento debe pasar por cada una de estas Constelaciones por un período aproximado de dos mil cien años. El paso del Sol con su sistema solar, por cada uno de éstos signos zodiacales, se llama una Era o una Edad.

En esta Era Acuaria, las influencias cósmicas sobre el planeta y sobre la humanidad, son muy características, porque la Constelación de Acuario es llamada en astrología la mansión del planeta Urano, que astrológicamente considerado, tiene que ver con todo lo que está en relación con lo psíquico, con lo aéreo, con lo sutil.

A finales del siglo pasado y principios de este antes de que la Era Acuaria comenzara su actividad, ya se había pronosticado de cual sería la característica de la misma: se desarrollarían aparatos voladores, con maquinaria y tecnología que les permitiría volar y salir hacia el espacio interplanetario; tecnología eléctrica y electrónica que permitiría movilizar maquinarias desconocidas y transmitir información a grandes distancias.

Eso es lo que hemos visto en este acelerado proceso de descubrimientos a lo largo de estas décadas: los aeroplanos, los aviones, los cohetes, el descubrimiento de la energía nuclear como una fuerza muy sutil, de altísimo poder destructivo, o de mucha utilidad en el campo de la medicina o produciendo energía en una central nuclear para iluminar una ciudad, etc.

La Era Acuaria según los esoteristas y espiritualistas, lleva sólo algunas décadas; se dice que comenzó alrededor del año de 1954, otros dicen que un poco más atrás, otros dicen que no ha comenzado aún.

Para que la humanidad conozca el poder de la energía de la constelación de Acuario y de su representante cósmico en este sistema solar llamado Urano, han de pasar por lo menos unos seiscientos años más, momento en el cual la vibración de la Nueva Era habrá entrado en su plenitud.

Cada planeta es el cuerpo físico de un Espíritu planetario de gran evolución. Los planetas son representantes ante el supremo Señor del sistema, el Sol, que es el cuerpo físico de un Espíritu de altísima evolución llamado el Cristo. Es lo que en el Apocalipsis se denominan "los siete espíritus o arcángeles delante del trono de Dios".

Enseña la ciencia esotérica que Neptuno y Plutón, son visitantes cósmicos ; Espíritus planetarios pertenecientes a otros sistemas solares, cuya función es estimular la evolución y el crecimiento espiritual de las humanidades que evolucionan en este sistema, en donde posiblemente los únicos que tenemos cuerpo físico constituido, somos lo que estamos en el planeta Tierra, pero eso no implica que en otros planetas no haya vida; posiblemente exista, aunque tal vez no como nosotros; quizás en cuerpo vital, en cuerpo emocional o mental, pero debe haber seres evolucionando.

La anterior Era, llamada Era de Piscis, tuvo una religión que le fue característica : la religión cristiana, en la que se enseñaba a la humanidad que en determinadas épocas, no se debía consumir carne sino pescado. Son símbolos que los antiguos idearon para que la humanidad al buscar el sendero espiritual, encontrara realmente la razón misma de su vida interior; no era dejar de comer carne de las vacas y comer pescados físicos; se hacía referencia únicamente a fuerzas o energías dentro de nosotros.

Es por eso que los sacerdotes católicos han utilizado la mitra, una toca, que tiene la forma de la boca de un pez, simbolizando la época o la Era de Piscis, que se caracterizó como su nombre lo indica (por ser una constelación ácuea) por grandes descubrimientos a través de la navegación. Por esta razón las civilizaciones de aquella Era fueron conquistando todo el planeta a través de los mares (las aguas).

Anterior a la Era de Piscis, fue la de Aries, en la que la humanidad luchó por dominarse los unos a los otros con mucha violencia. La religión en aquel entonces, fue la de "ojo por ojo y diente por diente". La humanidad adoró al becerro de oro, después transformado en el macho cabrío, es decir, el carnero que desde el punto de vista de la fase instintiva de la reproducción de las especies, tuvo que ser cambiado por los Instructores de aquella época al enseñar la adoración al cordero.

El cordero es un ovejito tierno, incapaz de hacer daño; por eso se dijo que el cordero de Dios, el Cristo, se sacrificó por el mundo. La Vida cósmica, el Cristo, se sacrifica permanentemente entregando toda su vida y toda su energía ; en este caso al planeta Tierra, para que en él puedan germinar las semillas y evolucionar las especies vegetales, animales y humanas.

Antes de la Era de Aries, fue la Era de Tauro, que tuvo como característica las construcciones megalíticas del antiguo Egipto, Babilonia, centro América y del norte de Europa e Inglaterra. Dichas construcciones se refieren a Tauro, como la fuerza de mayor sostén, energía y poder.

Adoraron simbólicamente el toro, como representante de la energía de esa constelación. Para los egipcios, fue el toro Apis, un toro blanquísimo y de un gran poder genitor. Los asirios y babilonios, tenían entre todas sus figuras toros alados. El toro, simboliza la máxima estabilidad de la materia y las alas, el trabajo de la humanidad en elevarse hacia etapas sucesivas de evolución a través de la imaginación creadora.

En cada Era ha surgido un nuevo modo de pensar, de vivir y de actuar característicos, debido a influencias cósmicas actuando en la naturaleza humana. Las diferentes constelaciones están bajo la regencia de Egos o Espíritus de altísima evolución, los cuales irradiando su fuerza espiritual, aceleran el perfeccionamiento de las humanidades en cada sistema solar.

Se enseña que la humanidad correspondiente a la constelación de Acuario, son los ángeles. Es por eso que en esta Era se habla de ellos y aparecen supuestos especialistas en angelología que suelen dar soberbias conferencias acerca de cómo los ángeles nos guardan, nos cuidan, nos ayudan y nos dan la mano. Pero resulta que para tomar contacto con la Jerarquía Angélica, se requiere un grado de evolución muy alto, una facultad clarividente muy desarrollada, una vida muy espiritual, tener un gran amor y bondad hacia toda la humanidad, una devoción extraordinaria hacia la substancia germinal y un grado tal de pureza y castidad en lo que se refiere a la energía generadora, que sólo la utilizarían para engendrar un nuevo ser. Además, si los que esto enseñan fueran seres de tal evolución, jamás profanarían lo sagrado de la ciencia del conocimiento espiritual cobrando dinero por dar una conferencia acerca de los ángeles.

La Era Acuaria, ha sido mal interpretada por la ignorancia de la humanidad. Algunas personas dicen que la Era Acuaria es una religión perversa y satánica, y que hay que seguir creyendo y aceptando los dogmas que esclavizan la consciencia. Se han cristalizado tanto en las creencias, que no dejan que lo natural que es lo espiritual, pueda surgir en todos para evolucionar conscientemente. Si hay conocimientos que le sirven a la humanidad para mejorar, ¿por qué no permitir que el hombre se libere de tanto dogma que le esta oprimiendo su consciencia impidiéndolo despertar espiritualmente?

La energía emanada desde la constelación de Acuario en conjunto con el planeta Urano, es la fuerza espiritual que lucha por que la humanidad aprenda por amor fraterno, por comprensión y por educción de consciencia, que seamos más espontáneos, veraces y sensibles. Esa misma energía despierta en la humanidad el conocimiento de como puede mejorar la salud con una alimentación racional, armonizar la vida familiar y laboral, siendo más armoniosa, dejando los vicios, cultivando la estética, la espiritualidad y siendo más consciente, porque lo que se cumple en la Naturaleza siendo natural, es verdad y aquello que no se cumpla en la Naturaleza no es natural y no es verdad.

La Era Acuaria no es una onda de pensamiento como dicen unas cuantas personas alrededor del mundo. Es un modo de vida espontáneo que por trasuntos de evolución, va despertando en la humanidad.

Los que buscan el conocimiento de la Nueva Era, descubren la sabiduría ancestral que está escondida en el folclor de los pueblos, en los rituales de sus religiones y en las palabras dejadas por sus profetas, que en esencia entregaron el mismo conocimiento, pero que la humanidad al no poderlos comprender por falta de evolución, con el paso del tiempo los mistificó. Estos seres llegaron a esa altura espiritual, debido a su esfuerzo en el campo de la espiritualización.

La altura espiritual lograda por ellos también hemos de lograrla nosotros, si nos esforzamos, tal como lo dijo el señor Jesús: "Cosas que yo hago haréis vosotros y cosas más grandes haréis".

Estos conocimientos no alejan a nadie de su fe, porque la Era Acuaria es un modo de vida que respeta absolutamente el libre albedrío, el libre pensamiento, la religión y la política de cada cual.

Quien busque los conocimientos de la Era Acuaria pensando que con dinero la va a encontrar, o que escribiendo al extranjero remitiendo un alto precio en dólares o cancelando dinero a "eminentes" conferencistas, llegará a desarrollar iluminadas capacidades, quedará desilusionado. Lo único que ellos pueden entregar es algo de segunda mano, algo que han aprendido en los textos de esoterismo quizás muy superficialmente, porque si están cobrando por los conocimientos que imparten, es porque no han tenido un instructor que les haya transmitido el secreto tradicional de los misterios espirituales, enseñándoles lo sagrado que es el conocimiento y que no se puede cobrar por él.

Esas personas no deben ser nuestros mentores ; vamos a encontrar más sabiduría en los textos de una biblioteca que la que podamos escucharle a ellos. Lo que sucede es que somos perezosos, preferimos pagar grandes sumas para escuchar una serie de tonterías mal dichas, en vez de coger textos y leer con regularidad para después meditar en lo leído.

Muchos dirán: pero los conferencistas tienen que cobrar para subsistir. La tradición esotérica enseña que el iniciado es independiente y autosuficiente y que para instruir no necesita cobrar; además siendo la sabiduría esotérica un patrimonio de la humanidad, no se puede cobrar por enseñarla, pues este acto genera consecuencias kármicas que se tendrán que pagar en futuras encarnaciones

Krumm Heller

En el Primer alborear del Mundo, cuando el primer día, al sonar la hora cumbre, el LOGOS se hizo carne y brotó —como de la entraña estática resplandeciente en el Paracleto— el primer "Fiat". LA PALABRA que a todo precede... El ALPHA que todo inicia... LA ENERGIA espermática que todo lo encarna... Y vino el orto purísimo de la PRIMERA y DIVINA LENGUA...

"EL VERBO DE DIOS"

Hay un idioma, un lenguaje natural. Este lenguaje de la Naturaleza, eternamente vivo y eternamente sonoro, tiene sus formas... sus características indestructibles... su escritura de oro, invariable...

Estas formas, estos caracteres, esta escritura, únicos y primordiales, no se pueden hallar sin conocer la joya, la raíz escondida del lenguaje humano.

¿Qué se entiende, en el sentido humano, por lenguaje y por escritura? La causa raíz, el orto-primordial del lenguaje humano, no se encuentra ni en su organización, ni en su estructura, ni por la investigación del sabio. Se encuentra en El. En su intimidad mas recóndita. En la joya encendida.

Esta causa-raíz o primordial es el divino Sol de los acontecimientos trascendentales. Lenguaje y escritura son los únicos medios para el cultivo de la razón.

Todas las razas, todos los pueblos, todos los habitantes de la Tierra, lograron su cultura por el lenguaje, pero... ninguno de los lenguajes del hombre logró la perfección. La evolución y el progreso de la cultura en todos los pueblos, está en relación proporcional con su escritura y con su lenguaje.

La perfección existente en todos los idiomas, en todas las lenguas, arrastra nuestra razón a aceptar la imprescindible existencia de un lenguaje único, solo, aislado, primordial, cristalino, de bellas y puras tonalidades armoniosas que, en todas las expresiones, en todos sus vocablos, sea justo y perfecto para todo sentido.

El deseo del hombre de abarcarlo todo por medio del lenguaje, de saberlo todo aprendiendo muchos idiomas, nos obliga a suponer que ha existido una lengua perfecta, infinita, radical y rutas hay de esta existencia en los viejos pergaminos polvorientos de las tradiciones más antiguas.

Sobre la reconquista de este supremo lenguaje está basada toda iniciación. El hombre aprende a hablar con toda la legión de hermanos invisibles y es, como un río de oro, esta senda que conduce a la santa quietud que se derrama en la selva del Sol.

En este idioma inefable y absoluto recibió Moisés las Tablas de la Ley. Los Apóstoles lo recibieron como santa dádiva. Los Rosacruz, todos los iniciados de la Fraternidad, lo recibieron del Espíritu divino y en sus vasos sagrados lo conservan como místicos depositarios. Es este lenguaje de Poder, PODER de los PODERES.

Los senderos para lograr este lenguaje de luz son:

Fe. Conocimiento de sí mismo. Infantilismo. Modestia. Oración. Renunciación. Iglesia. Purificación. Observación. UNION.

Dar este lenguaje a alguien, hacerle poseedor de la suprema dádiva, es MISERICORDIA de los Maestros y del Dios en nosotros. El Aleph de este idioma divino, es el divino Logos, es Crestos.

Así como el aliento de nuestra boca, por el verbo físico, traslada un cuadro material con el tipo de nuestros pensamientos, suavemente, al alma de tercera persona, así el aliento —el espíritu divino— del TODOPODEROSO, lo logró mediante el LOGOS,

como tipo de sí mismo, y produjo todo lo existente. Cuando ese aliento, salido del Logos divino, se vuelva a convertir en nosotros en VERBO del supremo lenguaje, entonces lo Divino, lo que es Espiritual y lo que es físico, se unirá en un lenguaje de luz, y de este modo, el iniciado estará en posesión de la Palabra perdida de Hiram —de los Masones— de la Palabra de Luz, y en posesión de todos los Poderes en los cuales Cristo, es el Todo en Todo.

Los dogmas y las creencias anquilosan la consciencia y nos estancan en la evolución. El estudio y la meditación proporcionan sabiduría.

Zerión.

Tomado de "El Sentido Ideal de la Vida" por: Israel Rojas R.

El magnetismo personal es el resultado de la sublimación de la energía creadora verificada a través del tiempo y del espacio en las sucesivas encarnaciones en que se va centralizando consciencia, Ego, y se va actualizando sensibilidad, siendo esa última cualidad la que aumenta progresivamente el aura electromagnética, la que hace tan atractivas a aquellas personas que han sublimado el fuego creador de la vida.

El magnetismo personal, nada tiene que ver con la belleza física, es decir con la suavidad de líneas que caracterizan a algunas entidades humanas; hay mujeres bellas físicamente, pero carentes de magnetismo y por tal, resultan a pesar de su belleza, insulsas e insípidas; en cambio hay otras, que sin belleza alguna en proporción de las líneas, poseen una atmósfera de poderoso magnetismo y así resultan supremamente atractivas donde quiera que estén.

El magnetismo o Luz Astral Universal, es el vehículo a través del cual se verifican todos los prodigios: curaciones instantáneas de enfermos, ya tratados directamente o a larga distancia por el taumaturgo; visiones de seres que poseyendo suficiente cantidad de aquel fluido se hacen presentes a personas, sin importar la distancia.

La telepsiquia es algo que se opera a través del magnetismo universal y así los pensamientos pueden ser transmitidos o recibidos, porque la Luz Astral es universal, siendo cada ser viviente apenas un pequeño vórtice en el ilimitado océano de su divina energía. Ella es el poder cohesivo que mantiene la estructura de los animales; es vitalidad en los vegetales y es sensibilidad educida en los seres superiores, siendo primariamente origen del instinto en los animales y luego en espiral de evolución se va convirtiendo progresivamente en la autoconsciencia en el hombre.

Las ceremonias o ritos de todos los cultos, tienen por única finalidad despertar la sensibilidad de los adorantes, para poder captar sensoconscientemente la Luz Astral Universal o el Alma del Mundo.

Cuando la bailarina clásica ondea su cuerpo al ritmo de la música siendo música, ritmo y movimiento, una sola gracia, una sola onda, capta en forma ostensible para la sensibilidad del público, algo de ese fuego, de ese poder de la Luz Astral Universal; por eso el arte es religión, en el sentido riguroso del término; porque religión significa religar, es decir volver a unir al hombre con la interna y divina Luz.

Cuando el poeta recita y al recitar siente lo que sus palabras exteriorizan, desplaza algo de la divina luz, y entonces se embellece, se diviniza.

Cuando el orador siente lo que habla y se inspira, recibe la sabiduría de Minerva Mundi, toma de los archivos etéricos de las edades el conocimiento que fluye a través de su elocuencia.

Los devotos o místicos de todos los matices —no importa el nombre, puesto que la realidad es siempre la misma— luchan por inducir y educir la divina Alma del Mundo, para convertirla en plenitud en el mundo de la sensoconsciencia.

Cuando los artistas, pintores, músicos, escultores y poetas contemplan con místico sentido a la Madre Naturaleza, la adoran, le rinden culto y persisten en tal actitud, al fin surge la sensibilidad que conduce la mano, la palabra y el corazón, para estampar en el lienzo, modelar la piedra o recitar lo que sale de las profundidades de su alma, según la índole de la sensibilidad que caracteriza al artista.

El músico actualiza su melodía a través de la estética, para fijarla en notas que son la objetivación del lenguaje musical estampadas sobre el pentagrama; pero esa posibilidad no surge sino hasta que el Alma del Mundo, hecha sensibilidad musical, hace eclosión en el alma del artista.

El poeta se extasía en la contemplación de las bellezas naturales, hasta que exalta la sensibilidad, que es la que capta el Alma del Mundo, entonces surge la musicalidad de la frase con la idea, rimando el sentido que tiene de las cosas y lo transforma en palabras, para hacer gozar a otras almas que posean también la sensibilidad para captar el sentido que el poeta percibió y vivió.

Los artistas son los verdaderos sacerdotes de lo espiritual, porque al haber desarrollado sensibilidad conscientiva la hacen ostensible para los demás en el modelado de la estatua, en el sentido y colorido que dan al lienzo, donde objetivan el ritmo de la belleza que su sentido encarna, en la poesía o en la música, porque todos aquellos excepcionales seres han nutrido su alma en la única fuente de divina ambrosía, que es la que da plenitud a la vida y sentido espiritual a los seres.

Las condiciones para lograr la autoconsciencia de esa Luz son: serenidad, bondad, sano optimismo, confianza rigurosa en la intimidad de su propia vida, y por encima de todo sensibilizarse a través del amor consciente a todo cuanto palpita y vive; he aquí el camino viviente y filosofal.

El Alma del Mundo, es el soplo con el cual Dios fecundó el Espacio. Es el Aliento de Vida de todo lo existente. Es el lazo que une el hombre a la Divinidad.

Paracelso

Tomado de "Cuando el Sol Viaja Hacia el Norte" por :

Mabel Collins

La profunda conexión fundamental entre las ceremonias de las grandes religiones del mundo y los hechos de la Naturaleza, se manifiesta en la manera como están agrupadas alrededor del año. En el plano material esta historia comienza con la festividad del Año Nuevo, universalmente observada, en la cual es entendido que se celebra la victoria de la luz sobre la oscuridad, culminando esta victoria hacia el principio de Junio, cuando los tibetanos celebran el aniversario del nirvana de Buddha.

La festividad de Año Nuevo precedida por las fiestas y ceremonias del nacimiento, marcando la estación en que el Sol, luz y vida del mundo, comienza a renacer y vuelve a develar la oscuridad y la muerte. Vuelve cada año como un niño recién nacido y va haciéndose más fuerte a medida que la estación avanza.

Macrobe dice que los antiguos egipcios "representaron al Sol en el solsticio de invierno bajo la imagen de un pequeño infante". El estudiante de esoterismo sabe que el hombre es una parte de la Naturaleza y que los misterios se le revelan cuando penetra en la secreta y sagrada vida de los Cielos y la Tierra. Para él la estación anual del nacimiento material está precedida por el estado espiritual de deseo de nacer. En ambos sistemas, egipcio y budista, se supone que el Sol se extingue o pierde su energía fertilizante en el otoño y principio del invierno.

Simpson, en The Buddhist Praying Wheel, apunta como improbable el que esta idea se haya originado en la India, pues opina que los arios deben haberla llevado allí de latitudes frías. Las diferencias de clima en las varias partes de la Tierra, no afecta a las religiones del mundo en su universal aceptación del mes de Enero como la estación del retorno del la luz del mundo. En esta época toda la Naturaleza inicia su vida de nuevo y el mes de Diciembre está consagrado a la preparación para esta vida nueva.

Brugsch Bey, en un artículo de la Revue Egyptologique, basando su relato en una inscripción, se refiere a una ceremonia practicada en Menfis, por el Faraón mismo o por uno de los sumos sacerdotes, en cierto día que debió su santidad al rito, esto es, el Solsticio de invierno o sea el 22 de Diciembre. Este escritor cita a Macrobe, en lo de estar el Sol representado en ese período del año como un niño recién nacido. El espíritu del hombre está indisolublemente asociado con este pequeño infante, portador de la luz; y cuando el discípulo alcanza la consciencia psíquica, viene a ser sabedor de la mística reaparición anual de aquel milagro, descrito en las religiones como nacimiento, muerte y resurrección.

A medida que el discípulo sube los peldaños de consciencia, aprende que el portador de luz espiritual debe sufrir el martirio de crucifixión en tiempo y espacio y descender y entrar en la tumba de la materia. Y así como los Grandes Seres en su ilustre linaje han sufrido esto, así sus discípulos deben sufrirlo. Las iniciaciones anuales comienzan con aquel deseo de renacer cada año con un aumento anual de voluntad para ayudar al mundo. Así por este deseo, cambian gradualmente su carácter, hasta llegar a ser inegoístas en vez de egoístas. El alma del hombre y el Alma del Mundo, el alma de la naturaleza inferior y el alma de la naturaleza superior, todo pasa igualmente por las angustias del nacimiento.

En Diciembre, el mes del nacimiento espiritual hay siete grandes ceremonias vitales que llenan todo el mes con sus observancias. La primera de estas ceremonias es el deseo de nacer. Este es el principio de la historia mística, tan ajena a la vida humana material, que es imposible describirla en lenguaje humano. Sólo es presenciada conscientemente por el ser espiritual antes de su descenso en la materia. El discípulo que solicita tomar parte en ella mientras vive en el cuerpo, debe esforzarse en traer a su memoria física la letanía que oyó cantar en la esfera espiritual de la que descendió al buscar la experiencia de la vida humana.

Verbo Génesis

Raghozini

El verbo génesis es Crestos: El Cristo cósmico hecho substancia-vida, para permitir el misterio de la generación y espiritualización de los seres.

La palabra, que exterioriza este Divino Fuego, es realmente conductora de ese majestuoso poder; por tal razón debemos tener mucho cuidado en nuestras vidas de cómo empleamos el Poder de la palabra, porque ella produce efectos para el bien o para el mal inevitablemente. ¿Qué llama mal el esoterista Rosacruz? La inarmonía de la vida interior, el desequilibrio de esa preciosa actitud moral, que hace de nuestras vidas el esplendor de la existencia, que es la divina armonía, la belleza y el amor.

Al divino Maestro de Nazaret se le llamó el Verbo de Vida, porque había purificado de tal manera el Fuego Creador de su existencia, que a través de su palabra exteriorizó el poder del verbo creador y no salían de su boca sino única y exclusivamente verdades eternas para elevar y dignificar el género humano. Eso debemos aprender nosotros, emplear la palabra solamente para dignificar y elevar el sentido de la vida, porque todos, sepámoslo o no, querámoslo o no, estamos manejando el Fuego Secreto Viviente y Filosofal, a través del verbo, de la palabra.

Aquello que es realmente grande para el Rosacruz porque comprende el misterio de la vida, es que al Espíritu Universal no hay que buscarlo en la abstracción de los espacios infinitos, ni hay que buscarlo en la vida de las formas materiales, ni en la idolatría que exterioriza y atrae nuestra emoción frente a cosas inertes, sino que hay que ir al Fuego Secreto de la Vida, en donde en el poder mismo y espiritual del germen se haya oculta la verdad trascendente que a través de los siglos ha sido comunicada para el bien del mundo.

Ese Divino Fuego de la existencia se exterioriza a través de nuestro verbo, de nuestra palabra, y si ha sido sublimado, nuestra palabra será como verbo fecundo para elevar la dignidad de las almas, para que alcancen progresivamente el sentido espiritual y eterno de la plenitud del ser, de la espiritualidad, de la sensibilidad, de la armonía de los contrarios que es el Cristo, que se ha sacrificado por nosotros en la forma para hacer posible que un día podamos unirnos eternamente a El, para ser guías de la humanidad y Luces del Mundo.

Paz Om

Max Heindel

La materia de la Oración debe merecer toda la atención y estudio de todo aquel que aspira a la espiritualidad y confiamos que los siguientes consejos puedan ayudar a nuestros estudiantes en sus esfuerzos en este sentido.

Sólo hay una fuerza en el Universo y esta es el Poder de Dios, la cual El envió por todo el espacio en la forma del Verbo; no una simple palabra, sino el FIAT CREADOR, cuya vibración sonora amalgamó los millones de átomos del Caos en la multitud de figuras y formas que están comprendidas desde la estrella de mar a la estrella del firmamento y desde el microbio al hombre, es decir, todo cuanto constituye y puebla el Universo.

A medida que las sílabas y sonidos de la Palabra Creadora se van emitiendo una después de otra en el transcurso de los tiempos, las distintas especies se han ido creando y las más antiguas desenvolviéndose, todo con arreglo y armonía al pensamiento y plan concebido por la Mente Divina, antes de que la fuerza dinámica de energía creadora fuese enviada al espacio.

Este es, pues, el único manantial de fuerza y en él, real, verdadera y literalmente vivimos, nos movemos y tenemos nuestra existencia, justamente de la misma forma que los peces viven en el agua. Del mismo modo que el pez no puede vivir ni nadar en tierra seca, tampoco nosotros podemos escapar o eludir a Dios.

No fue un mero sentimiento poético cuando el salmista dijo: " ¿Adónde iré yo que no esté ante Tu espíritu o adónde me esconderé de Tu presencia? Si asciendo hasta los cielos, Tú estás allí; si hago mi lecho en una caverna, Tu estás allí mirándome. Si tomase las alas de la aurora y morase en las más apartadas regiones del mar, aún allí Tu mano me guiaría y Tu diestra me sostendría"

Dios es Luz, y ni aún el más potente de los telescopios que abarca millones de kilómetros (años-luz) en el espacio ha encontrado los límites de la luz. Pero nosotros sabemos que si no fuera porque tenemos ojos con los cuales percibimos la luz, y oídos que registran las vibraciones del sonido, caminaríamos por la Tierra en eterna obscuridad y silencio; así pues, para percibir la Luz Divina, que sólo puede iluminar nuestra obscuridad espiritual y oír la voz del silencio, que es lo único que puede guiarnos, debemos cultivar nuestros ojos y oídos espirituales; y la oración, la verdadera oración científica, es uno de los métodos más poderosos y eficaces para encontrar gracia delante de nuestro Padre, y recibir la inmersión en la luz espiritual, la cual alquímicamente transforma al pecador en santo y le envuelve con el velo dorado del desposorio de Luz, el luminoso Cuerpo-Alma.

Pero no nos engañemos; la oración por si sola no puede hacer esto. A menos de que nuestra vida entera, tanto despiertos como en sueño, sea una oración para la iluminación y la santificación, nuestras plegarias no alcanzarán nunca la Divina Presencia y traernos el bautismo de Su poder. "Ora et labora", a Dios rogando y con el mazo dando, es un mandato oculto que todos los aspirantes deben obedecer o por el contrario, no realizarán grandes adelantos.

Así como la aguja magnética que momentáneamente ha estado alejada del Norte por una presión externa, vuelve instantánea y ansiosamente a su posición natural en el momento en que se libra de la presión, así nosotros debemos cultivar tal anhelo por nuestro Padre, cuyo anhelo hará que se vuelvan instantáneamente nuestros pensamientos hacia El, cuando nuestro trabajo cotidiano en el mundo ha quedado hecho y quedamos en libertad de obrar según nuestro propio impulso. Debemos cultivar un sentimiento igual al que anima a los jóvenes enamorados cuando después de una ausencia vuelven a encontrarse y corren a abrazarse en un éxtasis de delicia.

Esta es una preparación para la oración absolutamente esencial y si volamos hacia nuestro Padre de la manera indicada, la Luz de su presencia y la dulzura de su Voz nos enseñará y nos acariciará más allá de nuestras ardientes esperanzas.

Raghozini

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AMOR

Amor es la Luz que engalana la vida

Amor es la Vida que actúa en el mundo

Amor es el mundo que sostiene la forma

Amor es la forma que recibe la Vida

Amor es la Vida que subyace en los seres

Amor son los seres que viven sirviendo y

sintiendo la Verdad, la Belleza y el Bien.

Zerión

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