BUDDHA
Zerión
Es un hecho digno de tenerse en
cuenta que las dos religiones más grandes del mundo, el cristianismo y el
budismo, tengan coincidencias tan sorprendentes en su base filosófica, así
como en las aplicaciones morales de su fe, mientras sus métodos para
expresarlos en dogmas son radicalmente distintos; y es difícil comprender por
qué esas coincidencias han provocado la animosidad en vez de acrecentar
sentimientos de fraternidad y benevolencia.
El mayor obstáculo procede de
una equivocada concepción del cristianismo. Muchos cristianos creen que sólo
el cristianismo está en posesión de la verdad, y que el hombre no ha podido,
en el curso natural de su evolución moral, obtener una concepción más elevada
de la vida que la que ordena una universal benevolencia para amigos y enemigos.
El señor Buddha, cuyo nombre
fué Siddhartha Gautama, más antiguo en la historia que el señor Jesús, a
pesar de que era un soberbio príncipe que tenía todas las comodidades que le
podía ofrecer su posición social de aquel entonces, decidió conocer el por
qué del sufrimiento humano. Deambuló por bosques, ciudades y aldeas buscando a
los sabios y a los ascetas para que lo instruyeran, para que le enseñaran el
por qué unos nacen ricos, sanos y felices, en cambio otros pobres, enfermos e
infelices.
Sus padres habían impedido que
conociera cualquier tipo de dolor, cualquier tipo de tristeza. Durante toda su
educación y su primera infancia, jamás le permitieron que saliera del palacio
y siempre tenía una auriga (un instructor) quién lo acompañaba y le
enseñaba.
Siddhartha preguntaba:
—¿por qué no puedo salir de
palacio?
Y su auriga le respondía:
—porque el Rey no lo permite–
El Rey había ordenado que al
príncipe no se le podía dejar ver en ningún momento la pobreza, la miseria,
el dolor, la fealdad, porque ya un sabio del reino había predicho que aquel
niño traía una inmensa sensibilidad y que por lo tanto sufriría más que
cualquier otro con el dolor ajeno.
Algún día, ya más o menos
adolescente, el Príncipe le pidió permiso al rey, su padre, para salir del
palacio y conocer el mundo.
Siddharha se paseó por la ciudad
con su auriga y en un lado del camino encontraron un viejo. Al ver el príncipe
aquel cuerpo inclinado, aquel rostro arrugado y con un surco de dolor entre las
cejas, preguntó:
—¿Quién es ese? Su cabeza es
blanca, sus ojos parpadean y tiene el cuerpo maltrecho. ¡Apenas puede
sostenerse con el auxilio de un bastón!
El auriga le respondió:
—Esas son las señales de la
vejez. Ese hombre fue antes un niño de pecho, luego un adolescente lleno de
ardor para el placer; pero han llegado los años, ahora su belleza, vigor y
virilidad se han ido.
Y he aquí que según pasaban,
apareció a un lado del camino un enfermo, desfigurado el cuerpo, convulso y
gimiendo de dolor.
El príncipe preguntó:
–¿Qué clase de hombre es
éste?
—Es un hombre enfermo. Todos
estamos sujetos a semejante estado: ricos y pobres, sabios e ignorantes. Todas
las criaturas que tienen un cuerpo están sujetas al mismo mal.
Pronto observaron a varias
personas llevando un cadáver, y el príncipe, estremeciéndose a la vista del
cuerpo privado de vida, preguntó:
—¿Qué es lo que llevan ésos?
Veo banderolas y guirnaldas de flores, pero las personas que van marchan
abrumados de pena.
—Es un muerto; su cuerpo está
rígido, la vida ha escapado de él y el pensamiento se ha extinguido. Su
familia y los que le amaron llevan ahora su cuerpo al sepulcro.
Y el príncipe lleno de dolor
preguntó:
–¿Esto es una excepción o
también en el mundo hay otros ejemplos de ello?
Con el corazón oprimido
contestó el auriga:
—Para todos es igual, el que
comienza la vida tiene que acabarla. Nadie puede escapar a la muerte.
Siddhartha profundamente
afligido, suspira a causa del sufrimiento que experimenta la gente con la vejez,
las enfermedades y la muerte. Todos los pensamientos le parecieron gastados;
sintió disgusto por los placeres de la vida y pensó:
—¡Que placer pueden
experimentar los hombres cuando saben que pronto la vejez les hará padecer y
caminar lánguidamente! ¡En todas partes encuentro las huellas de la mudanza;
eso me oprime el corazón! Los hombres enferman, envejecen y mueren. ¿No es eso
bastante para destruir la dicha de vivir?
Volvió el Príncipe a palacio y
durante un tiempo estuvo lleno de tristeza, no sabia que hacer con su vida.
—Por qué yo estoy rodeado de
salud, de riqueza, de armonía y de belleza y los demás están rodeados de
tristeza y de dolor? No me lo explico. ¿Por qué la divinidad hace tales
injusticias?
Huyó entonces del palacio. Al
encontrar a los ascetas y a los aparentes sabios que deambulaban por India en
aquella época preguntó:
—"¿Por qué la lepra, por
qué la tristeza, por qué la muerte, por qué las enfermedades y los dolores de
toda índole?"
Ellos le instruyeron según su
capacidad, pero al joven no le satisfacían aquellas respuestas.
—"Tiene que haber algo
más profundo, se dijo, no puede ser simplemente caprichos de los dioses".
Empezó a buscar en el fondo de
su ser, en su transconsciente, tomando contacto finalmente con la sabiduría que
había ido cultivando a través de encarnaciones sucesivas y que estaba a punto
de exteriorizarse como consciencia.
Y descubrió que todas las penas
y alegrías del ser humano, dependen de una ley inflexible, de una ley natural
Cósmica y divina: la ley de Causa y Efecto, llamada Karma por los
orientales.
Es la ley eterna de acción y
reacción; esa es la razón de cómo todos los actos de la humanidad generan
reacciones y problemas, pero también enseña cómo solucionarlos.
Dice la tradición, que El Sr.
Buda se dedicó a meditar durante siete años, en un bosque sentado junto al
árbol boddi, acerca del por qué del sufrimiento humano. Los siete años son
simbólicos; son una alegoría de los siete grandes resonadores
electromagnéticos o centros de energía, en nuestra espina dorsal, en relación
con el sitio en donde el sistema nervioso gran simpático y el cerebro espinal
se entrecruzan, formando un vórtice de energía a través del cual, gran
cantidad de la energía cósmica penetra en la naturaleza del hombre, para hacer
posible que la función de sus glándulas endógenas, de su sistema nervioso y
de todo su organismo, puedan darle el equilibrio necesario en todas sus
actividades.
El árbol boddi, es el árbol de
la "ciencia del bien y del mal" del Génesis. Boddi significa
sabiduría y el sistema nervioso cerebro-espinal es realmente nuestro árbol de
la sabiduría al cual debiéramos acercarnos en meditación, produciendo fuertes
corrientes de energía como en un campo de fuerza, logrando así una relativa
diferenciación en el campo de la consciencia, de la sensibilidad, de la
imaginación, de la emoción como acción fecunda, de la vitalidad como salud y
de un cuerpo adecuadamente organizado, porque la salud depende de cómo hayamos
utilizado nuestras energías en esta y en anteriores encarnaciones.
MAXIMAS DEL
GRAN KABALISTA ROSACRUZ
Por Eliphas Levi.
Convéncete que el hombre es una
corporación de ideas y que su cuerpo físico es un instrumento que le facilita
el contacto con la materia para subyugarla; que ese instrumento no debe usarse
con intenciones indignas.
No se le debe enaltecer ni
despreciar.
No permites que algo que haga
efecto en tu cuerpo físico, en tu comodidad o en las circunstancias que te
rodean, desordene tu equilibrio mental, como sucede con el alcohol, las drogas,
el exceso sexual, etc.
No anheles nada en el plano
material, vive superior a ese plano, pero sin perder poder sobre él.
Jamás esperes favores de otras
personas, pero siempre debes estar listo para ayudar en todo cuanto alcance tu
capacidad y esté de conformidad con la justicia.
Nada temas tanto como ofender la
ley moral y no padecerás.
Jamás esperes recompensa y no
padecerás desengaños.
Jamás esperes amor, simpatía,
ni gratitud de nadie, pero siempre debes estar dispuesto para conferirlos a los
otros.
Aprende a distinguir lo verdadero
de lo falso, y obra de conformidad con tu más alto ideal de virtud.
El magnetismo blanco es la
simpatía; el magnetismo negro es la aversión.
Los buenos se aman mutuamente;
los malvados se odian porque no se conocen.
El dolor y la muerte son
hermosos, porque son el trabajo que depura y la transfiguración que emancipa.
Temer a Dios es desconocerle:
sólo debe temerse el error.
El hombre puede todo lo que
quiere, cuando lo que quiere es justo.
Dios se revela al hombre, por el
hombre y en el hombre.
Su verdadero culto es la caridad.
Los dogmas y los ritos cambian y se suceden; la caridad no cambia jamás, su
poder es eterno.
Nadie, ni el mismo Dios, tiene
derecho al poder despótico y arbitrario.
Nadie es el dueño absoluto de
ninguno.
El pastor no es el dueño de su
perro. La ley del mundo inteligente, es la tutela; los que deben obedecer sólo
obedecen por su bien. Se dirige su voluntad, no se subyuga.
Tanto en la tierra como en el
cielo, existe un único y verdadero poder: el bien.
Lo que un justo quiere, Dios lo
aprueba. Lo que un justo escribe o habla, Dios lo sanciona.
He aquí el secreto de la vida
eterna:
Vivir en los otros, con los otros
y para los otros.
"Si cada uno de tus días
forma un rayo de luz, al final de tu vida habrás iluminado el mundo"
EL PODER DE LA
PALABRA
Israel Rojas R.
Fue el Maestro Huiracocha, el
ocultista Rosacruz, quien por los años de 1928 en adelante, empezó en su
revista Rosacruz a mostrar o enseñar la importancia del sonido, la
trascendencia del tono; mas nosotros en aquella época apenas veíamos en todo
aquello frases idealizadas, a las que dábamos más valor místico que
científico. Hoy para nosotros afortunadamente las cosas han cambiado en su
fundamento: ¡Es el Verbo, es la palabra con su tonalidad la que nos
espiritualiza o nos vulgariza, según el tono con que la pronunciamos! Y como
veremos más adelante, es la palabra la única que tiene el poder de abrirnos el
templo del misterio, para ponernos en comunicación con lo trascendente de la
vida, con lo maravilloso de la existencia.
Todos los seres humanos sin
excepción alguna, no importa en que disciplina específica estén interesados,
ganarán mucho en conocer aunque sea periféricamente, el poder mágico del
Verbo, ya que de ello depende la salud física y el alcance espiritual. "El
Verbo es la Vida y en El está la luz de los hombres".
La palabra no solamente enferma,
sino que también cura, según el ritmo y la tonalidad que le demos; si la
palabra es verídica y es pronunciada con ritmo y con sentido noble y bello,
construye, edifica, sana y ennoblece. Hay aún mucho más en el poder de la
palabra con relación al tema de la curación: existe una ciencia de salud
conociendo y empleando las vocales, con sonidos propios a cada caso.
La ciencia médica se ha venido
dando cuenta de la existencia de determinados centros vitales de importancia
singular, a los que ha llamado glándulas endógenas, y los biólogos sostienen
con experiencia que los estados patológicos dependen de la hiper o hipofunción
de una o varias de esas glándulas.
La experiencia enseña que si a
un órgano enfermo se le hace afluir sangre en abundancia, el órgano se
purifica, se fortalece y cura; por tal razón, el uso de agua caliente o de
compresas frías ejerce mecánicamente aquella función, realizando curas
maravillosas, cuando la enfermedad se halla ubicada en la periferia del
organismo y puede ser afectada directamente por tales procedimientos; aquello en
cambio, no es posible cuando la enfermedad está radicada internamente.
Vamos a conocer un procedimiento
práctico, científico, enseñado por los Rosacruces, que permite curar
enfermedades sin drogas, sin compresas, sin baños de sol, sin aplicación de
luz en forma mecánica, es decir, sin utilizar ningún elemento externo.
Lo que vamos a decir ha sido
adquirido por nosotros, estudiando Ciencia Rosacruz y lo hemos sometido a la
experiencia, teniendo por lo tanto fundamento para afirmarlo.
Aspirar aire llenando suavemente
los pulmones y luego pronunciando la vocal iiiiii, la sangre afluye a la
cabeza; al pronunciar la eeeeee, va hacia el cuello; al vocalizar aaaaaa,
afluye a los pulmones; al repetir oooooo, vibra el corazón; al emitir la
uuuuuu, se agita el trayecto intestinal, de tal suerte que en el sonido
vocal tenemos un procedimiento efectivo y sencillo para curar las enfermedades,
sin recurrir a ninguna de aquellas medicinas que obran mecánicamente.
Quien desee vigorizar y purificar
la sangre, pronuncie la palabra piii, naturalmente después de haber
llenado suavemente sus pulmones de aire puro, inspirando por la nariz.
Quien quiera curar afecciones de
la laringe, que pronuncie reee y obtendrá el beneficio que espera.
Los que sufren del pulmón
deberán pronunciar maaa, para obtener los beneficios deseados.
Para purgarse no habrá necesidad
de usar sales, pues basta simplemente decir muuuuuri, para conseguir la
limpieza de ese trayecto.
Las damas a las cuales no les
llega el período especial, pueden fácilmente provocarlo, pronunciando la
palabra vauuuu.
Es esencial fijar la mente en el
centro vital que se desee sanar, para que los resultados se intensifiquen en su
poderosa acción.
No vaya usted superficialmente a
reírse del sistema sin haberlo puesto a prueba, porque eso demostraría su
superficialidad y ligereza en cuestiones científico-prácticas.
Someta usted a severa prueba el
sistema y entonces se convencerá por sí mismo que Dios a través del Verbo
"alimenta y sana al hombre".
Le aconsejamos para su propia
tranquilidad, que no realice usted estas prácticas donde las gentes que ignoran
éstos hechos científicos lo escuchen, porque sin más ni más lo catalogarán
a usted de loco, de alienado digno de ser recluido, no olvide que la ignorancia
siempre es atrevida.
Los niños de todas las razas y
pueblos dicen "pipí" cuando sienten el deseo de orinar, no
importa el idioma que los niños estén aprendiendo, pues se ha descubierto que
todos, sin excepción, pronuncian espontáneamente el "pipí", para
hacer referencia a la función aludida; igualmente los niños dicen aaaa,
cuando se les dificulta defecar, pues así saben por su propio sentido que
facilitan la citada operación.
Cuando los enfermos sienten gran
dolor pronuncian aaaaaa, y cada vez que lo hacen, obtienen calma; si el
dolor es muy intenso, dicen: aaaaiiii para obtener beneficio y todo
aquello no es debido a ninguna sugestión previa, sino que surge
espontáneamente en forma intuitiva, como enseñanza emergente del Ego, del
espíritu interno.
La palabra aaaaiiii, tiene
le poder de conectar el oxígeno que entra al pulmón con la energía de la
sangre, y si no solamente se pronunciara en el momento inquietante del dolor,
sino que se le diera actuación práctica conscientiva, la mayor parte de las
enfermedades se curarían con esta Palabra-Poder.
El tema de la salud es uno de los
más importantes que el hombre debe conocer y por lo tanto invitamos a nuestros
lectores a estudiar Ciencia Rosacruz, en pro de su bienestar físico y moral.
SIGNIFICADO
ESOTERICO DEL CRISTO
Annie Besant.
Comenta A. Besant en la obra el
cristianismo "cuando la materia había de formar nuestro sistema solar, fue
separada del océano infinito de materia que llena el espacio; la tercera persona
de la Trinidad, el Espíritu Santo, vertió su vida en ella para animarla y
hacerla apta para ser modelada, función que corresponde a la vida del Logos, la
segunda persona de la Trinidad, la cual se sacrifico (y se sacrifica),
imponiéndose las limitaciones de la materia y constituyéndose en el
"Hombre Celeste", en cuyo cuerpo todas las cosas existen como partes
integrantes suyas".
Sólo cuando esta obra del
Espíritu se hubo terminado, pudo el Logos, el Cósmico Cristo Místico,
revestirse de materia, entrando en el que es a la verdad, el vientre de la
Virgen, la Matriz de la Materia, virgen todavía, improductiva. Esta materia
había sido vivificada por el Espíritu Santo, el cual, cobijando a la Virgen,
vertió en ella Su Vida, disponiéndola así para recibir la vida del Segundo
Logos, que tomó esta materia para vehículo de sus energías. Esta es la
encarnación del Cristo, el "hacerse carne".
En el texto original griego de
los evangelios, dice: "y fue encarnado del Espíritu Santo y de
la Virgen María", que significa que el Cristo "tomó forma" no
de materia "virgen" solamente, sino de la materia ya impregnada y
palpitante con la vida del tercer Logos, de modo que entre ambas, vida y
materia, le envuelven como una vestidura.
Este es el descenso del Logos a
la materia, descrito como el nacimiento del Cristo de una Virgen; en el mito
solar se convierten en el nacimiento del Dios-Sol, cuando aparece el signo de
virgo. El amplio bosquejo de la historia del Dios-Sol es muy claro: su
accidentada vida se comprende dentro de los primeros seis meses del año solar.
Estos sucesos están reproducidos en las vidas de los diversos dioses solares,
de cuyas imágenes hay ejemplos en la antigüedad. Mercurio, Esculapio, Baco,
Hércules, Perseo, Mithra y Zarathustra, en donde todos tuvieron nacimiento
divino y humano.
Nace el Cristo siempre en el
solsticio de invierno, después del día más corto del año, a la media noche
del 24 de diciembre, cuándo el signo de virgo se eleva por el horizonte; nacido
en tal coyuntura, nace siempre de una virgen después de haber dado a luz a
su hijo el sol.
El signo de Virgo del Zodíaco,
se encuentra representado en antiguos dibujos, por una mujer amamantando un
niño. Así se ve también en la India la figura de Devaki con el divino Krishna
en sus brazos y también en Babilonia la de Istar con su hijo Tammuz en las
rodillas y ella coronada de estrellas.
La Isis de Egipto, como María de
Bethlehem, era nuestra señora inmaculada, Estrella del Mar, Reina del Cielo,
Madre de Dios. Representábasela de pie sobre la media luna, coronada de
estrellas y dando de mamar a su hijo Horus y con la cruz detrás del niño
sentado en la falda de su madre.
¿QUIÉN ES
DIOS?
Dios para el Hombre, son sus
pensamientos, sus sentimientos y su actos, creándole su destino a través del
tiempo y del espacio...¡Ese es Dios para el hombre!
Nostradamus
ANIMA MUNDI
EL Alma del Mundo
es Luz de la Vida,
es la Madre Virgen,
es Luz Celestial.
De Ella emanamos,
Por Ella vivimos,
por Ella sentimos
Amor sin igual.
El Cristo es el niño,
La Vida que crece,
Sentir que embellece
Y da plenitud.
Este es el sentido
Del místico Cristo,
Y de la Divina Virgen,
Alma Universal.
Zerión.
EL POR
QUÉ DEL SUFRIMIENTO HUMANO
Zerión
Todos los seres humanos tenemos a
lo largo de nuestras vidas más o menos una serie de inconvenientes, de
problemas, de tristezas, de angustias por las cuales pasamos en el diario vivir.
Son sucesos naturales en el decurso de la evolución que sirven para que nuestro
Ego, nuestro espíritu, pueda ir adquiriendo consciencia a través de la
experiencia que le propician todas las oportunidades de la vida.
Pero no nos podemos quedar
únicamente con el sufrimiento, ni con la relativa felicidad con la cual hayamos
encarnado en este mundo. Tenemos que buscar la razón misma de las situaciones
por las cuales estamos atravesando.
La realidad es que el sufrimiento
deriva de una única situación que se llama egoísmo y la felicidad, la
armonía, la salud, devienen de otro aspecto totalmente contrario que es el
altruismo. Egotismo y altruismo son los dos polos en los cuales la humanidad se
debate continuamente y no podemos liberarnos definitivamente de esas situación
en donde esos contrarios están actuando permanentemente en nuestra vida.
Cuando triunfa el altruismo,
viene la salud, la felicidad, la armonía y la prosperidad; cuando triunfa el
egotismo (egotismo es más que egoísmo), sufrimos las consecuencias a través
de enfermedades, dolores, penas físicas y morales, pobreza y miseria. Es por
eso que las enseñanzas Rosacruces. enseñan que "el más grande pecado del
ser humano es la ignorancia y que su salvación es el conocimiento
aplicado".
Debido a la ignorancia de las
leyes que rigen nuestra vida y nuestra evolución, es que cometemos infinidad de
torpezas, las cuales vamos cancelando a través del sufrimiento. Pero divino,
bendito y maravilloso sufrimiento que nos permite ir adquiriendo consciencia;
porque aprendemos más del dolor que del amor y es triste tener que afrontar esa
situación. Aprendemos más de un golpe, que sabemos que nos produce daño y
dolor, que de un acto benévolo, bondadoso, que suele pasar generalmente
desapercibido en nuestras vidas.
Es por eso que la ley de los
contrarios, el antagonismo entre ellos, es lo que deviene la sabiduría que debe
ser parte inherente de nuestra vida y de nuestra evolución.
Cuando se habla de las
enfermedades físicas, debemos tener en cuenta que hay enfermedades que vamos
adquiriendo a lo largo de la encarnación y otras que vienen, se dice, por
herencia. En ello radica una situación muy clara y es la manera como actuamos,
pensamos, hablamos y tratamos a los demás.
Cuando se nace con determinadas
enfermedades, son deudas traídas de otras encarnaciones. Los Rosacruces. son
renacentistas, comprenden que la única forma de explicar las aparentes
diferencias del ser humano como su dolor y su felicidad, su pobreza y su
riqueza, su sabiduría y su ignorancia, dependen justamente de que a través de
la evolución unos se han esforzado más en ser más sabios, más armoniosos,
más sanos, y otros se han esforzado menos o han quebrantado las leyes de la
naturaleza, llevándolos inexorablemente al sufrimiento.
Pero antes de renacer, el
espíritu que se prepara a venir a este mundo tridimensional, elige a los padres
que lo han de engendra, familia en la cual debe renacer para aprovechar las
oportunidades que genéticamente puede derivar de esa familia.
El músico, encarna en familias
que sean músicos; el pintor igualmente, el poeta de la misma manera; el que es
hábil en la orfebrería también y así sucesivamente. Es por ley de afinidad
que nuestros hijos nos eligen como padres antes de renacer; nosotros no elegimos
a nuestros hijos.
Es allí en donde la ley de la
genética, la ley de la herencia ayuda a las Jerarquías Cósmicas y si lo
podemos pensar de este modo, a Dios, a que se cumpla inexorablemente la ley de
Causalidad o karma, principios que hemos quebrantado en otras encarnaciones,
para en este encarnación aprender la lección correspondiente con las
experiencias que nos proporciona la vida..
Existen enfermedades de índole
mental, de índole emocional y de índole físico. Entre las enfermedades de
índole mental tenemos por ejemplo la idiotez. Hay dos razones básicas que
implican esa situación: la primera tiene que ver con el uso de los poderes o
facultades que vamos desarrollando a lo largo de la evolución y que pueden ser
mal utilizadas para sojuzgar la voluntad y la consciencia de los demás, como
ocurre con el hipnotismo.
Nadie debiera permitir ser
hipnotizado, porque se pierde la voluntad, el libre albedrío y el carácter,
convirtiéndose en un títere, en una marioneta de aquel que le está
hipnotizando, lo que va en contra de las leyes divinas, porque la Divinidad nos
ha entregado el libre albedrío para que podamos hacer lo que nosotros deseemos
de nuestra vida, no lo que otra persona por muy buena voluntad que tenga
ayudarnos, quiera obligarnos a que hagamos o dejemos de hacer.
Esta situación de la hipnosis
por lo tanto, tiene su castigo kármico, es decir, que esta persona que ha
sojuzgado la voluntad y el libre albedrío de los demás, al renacer, habrá
perdido el contacto que su Ego tiene con el centro de consciencia vigílica en
relación con la glándula pineal, resultando así el idiota congénito. No
tiene la posibilidad de exteriorizar lo que su Ego extraordinario, perfecto y
divino, ha ido adquiriendo a través de la evolución, porque el contacto entre
el Ego y el cerebro físico se ha perdido.
El Ego no es tonto, el Ego no es
ignorante, el Ego es perfecto y sabio porque es parte misma de la Divinidad, del
cosmos, de las energías del universo; pero el mecanismo psico-fisiológico que
le sirve para exteriorizar sus facultades internas, en ese momento kármico se
han perdido, y por eso no puede manifestarlo.
LA VERDAD
De: El evangelio de Buda por Pablo Carus
¡Mirad alrededor vuestro, y
contemplad la vida!
Todo es pasajero, nada dura. Es
nacimiento y muerte, desarrollo y perecimiento, combinación y disolución.
¿No cesará nunca la angustia?
¿No se extinguirán los ardorosos deseos? ¿Cuándo podrá estar calmo y
tranquilo el espíritu?
Los que aspiráis a la vida,
sabed que la inmortalidad se oculta en la calidad del ser perecedero. Los que
deseáis una dicha que no contenga los gérmenes de la inquietud o del disgusto,
seguid los consejos del gran Maestro, y seguid una vida de rectitud. Los que
desáis ávidamente las riquezas, venid y recibiréis los tesoros eternos.
La verdad es eterna; no conoce ni
el nacimiento ni la muerte; no tiene comienzo ni tiene fin. Llamad a la verdad
¡oh mortales! Que la verdad se posesione de vuestras almas.
Podéis hacer inmortal vuestra
alma llenándola de verdad. Hacéos semejantes a los vasos propios para recibir
la ambrosía de las palabras del Maestro (el ser interno). Purificáos del
pecado y santificad vuestra vida; no hay otro medio de alcanzar la verdad.
Aprended a distinguir el yo y la
verdad. El yo es la causa del egoísmo y la fuente del pecado; la verdad no se
liga a ningún yo, es universal y conduce a la justicia y a la equidad.
La personalidad que parece el ser
de los que quieren su yo, no es ni lo eterno ni lo inmortal, ni lo imperecedero.
No busquéis la personalidad, sino la verdad.
La verdad es la parte inmortal
del espíritu. La posesión es la verdad, es la opulencia, y una vida de verdad
es la dicha.
Estableced la verdad en vuestro
espíritu, porque la verdad es la imagen de lo eterno.
Alzad los ojos a la luz los que
os halláis en las tinieblas y recobrareis vuestro ánimo, vosotros los que os
habéis abandonado.
Tened confianza en la verdad,
vosotros los que la amáis, porque el reino de la verdad se ha fundado sobre la
tierra.
Las tinieblas del error se han
disipado por la luz de la verdad. Podemos ver nuestro camino y andar con paso
firme y seguro.
La verdad cura nuestras
enfermedades y nos salva de la perdición; la verdad nos fortifica en la vida y
en la muerte. Sólo la verdad puede destruir los males del error.
Las cosas del mundo y sus
habitantes están sometidos al cambio; son productos de cosas que han existido
anteriormente. Todos los seres vivos son lo que les han hecho sus actos
anteriores, porque la ley de causa y efecto es uniforme y sin excepciones.
Bienaventurado aquel en quien ha
encarnado la verdad, porque él ha conseguido su fin y es uno con la verdad. Es
vencedor sin poder ser herido; es glorioso y feliz sin poder sufrir, es fuerte
aunque caiga aplastado bajo el peso de su trabajo, es inmortal aunque muera. La
inmortalidad es la esencia de su alma.
La verdad es el fin y es el
objeto de toda existencia , y los mundos nacen para que la verdad pueda llegar a
residir en ellos.
Los que no aspiran a la verdad
faltan al objeto de la vida.
Bienaventurado es aquel que
reposa en la verdad, porque todas las cosas perecerán, pero la verdad quedará
siempre.
El mundo está edificado por la
verdad, pero las falsas combinaciones del pensamiento desnaturalizan el
verdadero estado de las cosas y crean los errores.
La verdad es siempre la misma:
inmutable. La verdad es superior al poder de la muerte; en todas partes está,
es eterna y gloriosísima.
Las ilusiones, los errores y las
mentiras aseméjanse a esos grandes y magníficos navíos cuyas maderas están
podridas y comidas de carcoma, y aquellos que en ellos se embarcan están
fatalmente condenadas a un naufragio.
Son muchísimos los que dicen:
"Ven error, se mi guía", y cuando caen en las mayas del egoísmo, de
la lujuria y de los malos deseos, su miseria es engendrada.
Y no obstante, todo lo que tiene
vida, aspira a la verdad, y sólo la verdad puede curar nuestros males y dar paz
a nuestra inquietud.
La verdad es la esencia de la
vida, porque la vida persiste tras la muerte del cuerpo. La verdad es eterna, y
seguirá viviendo aunque los cielos y la tierra desaparezcan.
No hay en el mundo muchas
verdades diferentes, porque la verdad es una e idéntica en todos los tiempos y
en todos los lugares.
La verdad nos enseña la vía
excelente de los ocho caminos de la justicia, y es un camino recto que encuentra
fácilmente el que ama la verdad. Felices los que van por ese camino.
VIDA Y
PODER INFINITOS
Tomado de: El Poder está en Ti, por
Henry Thomas Hamblin.
El hombre posee, aunque en
general no lo sabe, ilimitado Poder. Este Poder, por ser del Espíritu, es
invencible. No es el poder de la vida cotidiana, de la voluntad finita, o de la
mente humana, sino que trasciende a éstos, porque, siendo espiritual, es de
orden más elevado que el físico y hasta que el mental. Este Poder está
latente y oculto en el interior del hombre hasta que éste ha evolucionado lo
suficiente como para que se le pueda confiar el ejercicio de tal poder.
El pensamiento es un poder
espiritual de formidable potencia, pero tampoco es el poder a que nos referimos.
Por medio del pensamiento, el hombre puede elevarse y ponerse en contacto con la
Central Generatriz del Universo o desvincularse enteramente del influjo
Divino. Su pensamiento es su arma más poderosa, porque con él puede dirigirse
al infinito o apartarse (en consciencia, aunque no en realidad) de su Fuente
Divina.
Por la Chispa Divina que mora en
su interior, la cual es su Yo real, el hombre está inseparablemente unido al
infinito. La Vida y el Poder Divinos serán suyos en cuanto se de cuenta de que
son suyos. En tanto que ignore su unidad con la Fuente Divina de toda vida, es
incapaz de apropiarse del poder que es realmente suyo. Pero en cuanto penetra en
ese conocimiento interno, se encuentra en posesión de infinito poder e
ilimitados recursos.
Este Poder, entonces, es de Dios;
sin embargo, también es del hombre, pero a éste no se le revela ni se le
confía hasta que resulte apto para utilizarlo inteligentemente.
Sólo cuando el hombre se da
cuenta de su unidad con la Fuente Divina, se siente inflamado del Poder Divino.
Es cierto que hay hombres de personalidad vigorosa que, con profunda fe en su
poder de logro y éxito, utilizan inconscientemente poderes cuyo origen
desconocen, y así son capaces de elevarse muy por encima de sus iguales.
También hay quienes invierten todo el tiempo de que disponen en la busca de
conocimientos sobre poderes ocultos. Estos leen todo libro sobre ocultismo que
cae en sus manos, pero nunca encuentran lo que buscan, porque hay poderes e
influencias espirituales que velan los ojos de los buscadores, hasta que estén
debidamente preparados para la revelación.
Cuando el hombre, en la búsqueda
de la Verdad, renuncia a la pasión egoísta por las cosas indignas, y cesa de
oponer su propia voluntad a la más grande Voluntad del Todo, está preparado
para la revelación de su unidad con el infinito. El implícito sometimiento a
la Voluntad del Todo podrá parecer, al no iluminado, un acto de debilidad,
cuando, en vez, es la entrada a una vida de casi ilimitado poder.
El hombre no está separado de su
Divina Fuente, y nunca lo ha estado ni lo puede estar. Es, en realidad uno con
el Infinito. La separación que siente y experimenta es sólo mental, y debida a
su ceguera e incredulidad. El hombre nunca puede estar separado del Espíritu,
pues él mismo es Espíritu. Es parte integrante de un todo completo. Vive, se
mueve y tiene su ser en Dios (el Espíritu Universal y Omnipresente), y Dios (el
Espíritu) mora en él.
La mayoría de la gente ignora
esta relación íntima con lo Divino, y porque lo desconoce o porque rehusan
creerlo, están, en cierto sentido, separados de la vida interna de Dios. Sin
embargo, esta separación es en sus pensamientos y creencias, y no en la
realidad. El hombre no está separado y nunca lo podrá estar; no obstante, en
tanto que crea que está separado y sólo, será y se sentirá débil y
desvalido como si realmente lo estuviese. Tan pronto como el hombre se da cuenta
de su relación con el Infinito, pasa de la debilidad al poder; de la muerte a
la vida.
En un momento se siente en el
desierto, alejado. Débil, separado y sólo; momentos después, se da cuenta de
que es nada menos que un Hijo de Dios, con todos los privilegios y poderes
inherentes a tan exaltada relación. Se da cuenta, además, de que todo el Poder
del Infinito está a su alcance, de que en realidad nunca puede fracasar, que va
encaminado hacia la victoria.
Insistimos: si cree que su
trabajo es difícil y que no puede hacer frente a su tarea, se encontrará con
que realmente su labor es difícil y está más allá de sus posibilidades. Si
por el contrario, cree que su trabajo es fácil, o que dentro de una forma u
otra, está dentro de su capacidad, se encontrará con que es así y que podrá
realizar su labor sin inconvenientes.
DOCTRINA DE LA VIDA
PERFECTA
Sidhartha Gautama, Buddha,
El Señor Buddha enseñó la
doctrina de la vida perfecta, cuya consumación es la realización de la
felicidad eterna, en las siguientes reglas:
Perfectos deseos:
adoptar la actitud de renunciación como un acto de consciencia, a todos los
innobles deseos de los sentidos, y demostrar benevolencia y afectuosa bondad a
todos.
Perfecto lenguaje:
abstenerse de toda falsedad, del lenguaje calumniosos, de palabras ásperas y de
conversación ociosa. Decir siempre la verdad y usar palabras que creen la
concordia; usar expresiones suaves de paz y armonía, ocupándose de
conversaciones que fomenten el progreso, la actividad y el optimismo.
Perfectas obras:
Respetar toda vida; abstenerse de tomar cosas que pertenezcan a otros y de malas
compañías; practicar la caridad y mantener perfecta pureza física y mental.
Perfecta subsistencia:
Abstenerse de comer carne, de vender animales para ser sacrificados; del alcohol
y otros narcóticos, de substancias venenosas, de vender seres humanos y de usar
cualquier tipo de armas.
Perfectos esfuerzos:
Transformar los malos pensamientos que puedan surgir, por puros y veraces
pensamientos, perseverando en el esfuerzo por cultivarlos.
Perfecta reminiscencia:
Por el uso continuo de la retrospección se esforzará la memoria, así como los
sentimientos, por el análisis de nuestro pensamiento-consciencia, para la
expansión y crecimiento internos.
Los diez males:
Matar, robar, inmoralidad sexual, falsedad, calumnias, palabras duras,
conversación ociosa, codicia, odio y dogmatismo.
Las diez cosas buenas:
Hacer caridad, observar la reglas morales de conducta; crear y desarrollar
actividades mentales meritorias, mostrar reverencia y hospitalidad, servir a
otros y curar a los enfermos, ofrecer el resultado de actos meritorios a otros,
aceptar el resultado de actos meritorios que nos ofrecieren, predicar el dharma
o Ley Sagrada del deber, escuchar tal predicación y limpiar la mente de falsos
conceptos teológicos.
LA MAGIA DEL
LIBRO
Raghozini
Carece de emociones, pero las
comunica; no piensa, pero obliga a pensar. No ama, pero nos hace sentir el amor;
no desea, pero despierta recónditas aspiraciones. No cree en nada pero nos hace
fluctuar en relativas aceptaciones; no es nada si no lo leemos, pero es
demasiado si lo leemos y meditamos en su contenido.
En su esencia, es el más
perfecto de los amigos y el más sincero de todos. ¡Los que no le quieren son
muy inconscientes! Los que le aman, marchan por el sendero del ennoblecimiento y
de las grandes superaciones humanas.
Servicio de Biblioteca Esotérica
Lunes a Viernes de 4:00 a 7:00 PM.
Sábados y Domingos de 9:00 a
12:00 M.
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PRECIOSOS
LIBROS PARA SU
ENNOBLECIMIENTO Y SUPERACION
NAVIDAD Y PASCUA EN LA TRADICION
INICIATICA
------------------------------------------------------------ O. M. Aïvanhov
ARMONIA Y SALUD
----------------------------------------------- O. M. Aïvanhov
ESTUDIO SOBRE LA CONSCIENCIA
--------------------------Annie Besant
LOGOS MANTRAM MAGIA
---------------------------------------- Krumm-Heller
EL ALQUIMISTA
(NOVELA)---------------------------------------- Paulo Coelho
LA CIENCIA DE LA SALUD
------------------------------ Yogui Ramacharaka
LOGO SOPHIA
------------------------------------------------------- Israel Rojas R
DIGNIFICACION FEMENINA
------------------------------------- Israel Rojas R
EL SENTIDO IDEAL DE LA
VIDA-------------------------------- Israel Rojas R
DESPERTAD, HIJOS DE LA LUZ
---------------------- Dos Colaboradores
EN ARMONIA CON EL INFINITO
------------------------------------ R. W. Trine
HERMANO DE TERCER
GRADO---------------------------------Will L.Garver
CABALA
MISTICA------------------------------------------------------ Dion Fortune
CONCEPTO ROSACRUZ DEL
COSMOS---------------------- Max Heindel
TEMAS ROSACRUCES
--------------------------------------------- Max Heindel
EL PODER ESTA EN TI
-------------------------------Henry Thomas Hamblin
CRISTIANISMO ESOTERICO
------------------------ ------------- Annie Besant
"La palabra OM si
es pronunciada por un hombre muy puro y santo, despertará no solo las potencias
que residen en los elementos y espacios interplanetarios, sino también su Yo
superior, o sea el <<Padre>> que está
en su interior. Pronunciada del modo debido por un hombre medianamente bueno,
contribuirá a fortalecer su moralidad, sobre todo si entre dos OM medita
profundamente en el OM que reside dentro de él, concentrando toda su atención
en la gloria inefable. Pero ¡ay de aquel que la pronuncia después de cometer
una falta grave y trascendental! Por este solo hecho atraerá sobre su propia
fotosfera impura, fuerzas y presencias invisibles, que de otra manera no
podrían atravesar la divina envoltura"
H. P. Blavatsky
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